En un ambiente lleno de expectativa, con 45.000 almas en el Estadio Nacional, se disputaba el último partido del Campeonato Nacional. Maxi Guerrero encendió la chispa de la ilusión a los 3 minutos, marcando un gol que hacía soñar a toda la parcialidad azul. Con este golpe inicial, los hinchas mantenían la esperanza de un desliz de Colo Colo, que en toda la segunda rueda solo dejó puntos en dos ocasiones, incluida esta fecha y un empate anterior con nosotros. Sin embargo, el empate ruletero llegó en el minuto 26 del segundo tiempo, quienes celebraron intensamente al asegurar así el último cupo a la Copa Sudamericana.

La controversia apareció en el minuto 83, cuando, tras un gol de Lea Fernández que igualaba la tabla y obligaba a una final, el árbitro decidió anularlo luego de revisar la jugada en el VAR por una supuesta falta de Morales. La decisión, tomada de manera casi instantánea y sin mayor análisis, dejó a la afición azul frustrada y con la sensación de haber sido perjudicados en un momento clave.

A pesar de la desilusión, desde esta vereda siento que fue un campeonato emocionante, con un equipo que compitió hasta el final y recuperó la mística. Hace cinco años, estábamos luchando por no descender, y ahora, vivimos el sueño de ser campeón hasta el último minuto. Este logro se debe tanto a Gustavo Alvarez, el cuerpo técnico como a los jugadores, (excepto a Pons y Chorri Palacios, puta los weones malos por la chucha jajaja). Nos vamos con la frente muy en alto y con una clasificación a la Copa Libertadores donde espero que estos buitres culiaos metan la mano al bolsillo esta vez de manera de ir bien preparados.

Adelante estudios.

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