Hoy se disputó la versión 196 del clásico del fútbol chileno, correspondiente a la fecha 19 del campeonato nacional. 45.000 hinchas del Romántico Viajero llenaron el Estadio Nacional para ser testigos del emotivo regreso de Charles Aránguiz al club de sus amores.
Antes del partido, el estadio fue escenario de un momento memorable cuando se desplegó la bandera más grande del mundo, cubriendo por completo el recinto de Ñuñoa durante la salida de los equipos. Esto requirió una logística no menor, puesto que las zonas están separadas con rejas cuyos bordes la rompieron en algunas partes (si, adivinaste, en #laReja). Además, figuras icónicas como Diego Rivarola, Rafa Olarra y Palote Olivera se dejaron ver, recorriendo la pista atlética y la cancha. También vi a Pepe Rojas y a Gonzalo Jara en la transmisión de “Pelota Parada” antes de que comenzara
Aunque los primeros minutos mostraron a la U en su mejor versión, el partido fue intenso y equilibrado. Los hinchas no tardaron en dedicar cánticos a los rivales, como cuando, en tono jocoso, recordaron a Fernando “Tuto” De Paul que alguna vez le habían dado de comer, o cuando le recordaron a Mauricio “El Huaso” Isla que Pinilla fagocitaba a su ex pareja. También hubo dedicaciones para Arturo Vidal, quién, además de enojarse con el árbitro, tuvo poca influencia en el juego y fue reemplazado al final del primer tiempo.
El segundo tiempo trajo consigo la entrada de Charles Aránguiz, quién, a pesar de llegar directamente desde el avión a la cancha, nos dejó un destello de la magia que tanto nos maravilló hasta 2013. En contraste, el uruguayo Falcón, más concentrado en practicar lucha grecorromana que fútbol, ejecutó constantemente suplex y lazos al cuello a Pons sin ser sancionado. Punto aparte el Chelo Morales, terminó raja, pero no dio nunca una pelota por perdida.
El empate sin goles, que si bien es justo, dejó un sabor amargo para todos, y mantiene la competencia por el primer puesto al rojo vivo.
Adelante estudios.