El término “contra-mendigaje”, descrito por Turben et al. (2006), se refiere a la acción de solicitar una moneda o limosna a alguien antes de que esa persona tenga la oportunidad de pedir una contribución. En lugar de esperar a que otros pidan ayuda económica, el individuo se adelanta y solicita una pequeña donación, buscando invertir los roles tradicionales entre el mendigo y el transeúnte. A continuación, se presenta un extracto de esta interesante práctica:
”En alguna ocasión, todos hemos sido abordados por personas que buscan una colaboración económica, ya sea cuando estamos apurados saliendo del metro para llegar a una clase o en otras situaciones cotidianas. A veces, no nos importa compartir nuestros vueltos con aquellos que realmente lo necesitan, como los desvalidos, ancianos, o personas con hijos pequeños, e incluso con aquellos artistas callejeros que realizan malabarismos para ganarse la vida de manera honesta. Sin embargo, también encontramos personas que abusan de esta situación y recurren a tácticas engañosas para obtener dinero, como pedir prestado un niño pequeño o simular alguna discapacidad. Estas experiencias incómodas nos han llevado a idear una solución para enfrentar esta molestia: el “contra-mendigaje”. Hemos probado esta sorprendente técnica durante tres meses y se ha demostrado como una estrategia infalible para evitar ser víctimas del mendigaje. He aquí algunos ejemplos:
- Joven, seria tan amable de…
- Oye, ¿no tenis un cigarro?
- ehhh… no
- Chucha, gracias
- Señora, hemos venido hasta su hogar para mostrarle el…
- ¿Es de vuestro interés comprar este adorable WC de mimbre hecho a mano?
- ehhh… no.
Nota al margen, el 95% de los casos responde con un lacónico “ehhh… no”. En resumen, el “contra-mendigaje” es nuestra respuesta ante aquellas personas que abusan de la buena voluntad de los demás. Con esta técnica, podemos protegernos y asegurarnos de que nuestras contribuciones vayan destinadas a quienes realmente lo necesitan, evitando así caer en situaciones incómodas y desagradables.“
En nuestra sociedad actual, nos enfrentamos a otro problema relacionado con la presencia de músicos y vendedores ambulantes en el transporte público. Si bien es comprensible que busquen un sustento para ellos y sus familias, en ocasiones, su uso excesivo de parlantes que superan la potencia de cualquier audífono con cancelación de ruido se vuelve molesto e intrusivo para los pasajeros. Para abordar esta situación, proponemos una solución basada en el concepto previamente presentado del “contra-mendigaje”, que da paso al concepto hermano del “contra-karaoke”.
El “contra-karaoke” hace referencia a la práctica de cantar en espacios públicos, como el transporte público o calles concurridas, con el objetivo de interrumpir o competir con los músicos ambulantes que realizan presentaciones musicales para recaudar dinero.
Con esta propuesta, buscamos equilibrar la libertad de expresión y el derecho a ganarse la vida de los músicos y vendedores ambulantes, al tiempo que protegemos la comodidad y el derecho al silencio de los pasajeros (o al menos del que canta). Al implementar el “contra-karaoke”, esperamos fomentar un ambiente más armonioso en el transporte y espacios públicos, donde la música y la convivencia puedan coexistir sin causar molestias innecesarias, o al menos causando molestias para todos por igual.
Adelante estudios.