Tuvo que pasar 8 años y una pandemia para empezar a escribir esto, pero más vale tarde que nunca.
El desierto de Atacama es un lugar que se debe visitar. Yo he ido dos veces y sin duda iría una tercera. Nos acompaña hace tres millones de años y su principal causa de su origen es un fenómeno climático llamado efecto Föhn, en el que las nubes al chocar con montañas descargan sus precipitaciones en solo una cara de la montaña en su ascenso vertical; al sobrepasar la cordillera, las nubes no poseen agua, generando así este desierto.
Su extensión es gigante: comienza en Arica y termina cerca de La Serena. Sus cielos son los más limpios del planeta (y es por eso que se instaló el mayor y más caro radiotelescopio terrestre construido: ALMA) y cuando llueve el espectaculo del desierto florido es impresionante.
Ultimamente, San Pedro de Atacama se ha convertido en uno de los principales polos turísticos de Chile, siendo el punto de partida para los diversos recorridos por el altiplano atacameño. Rodeado de importantes atractivos como los géiseres del Tatio, el Valle de la Luna y la Reserva nacional Los Flamencos, además de ruinas arqueológicas y otros monumentos históricos como el pucará de Quitor, entre muchos otros lugares interesantes.
Los que he resumido en el siguiente mapa:
SAN PEDRO DE ATACAMA Y PUCARA DE QUITOR
San Pedro de Atacama es el centro de operaciones, pues es el lugar donde están los alojamientos y está al centro de todas las zonas de interés a visitar. Es un pueblo hermoso, donde se puede adquirir artesanía y su plaza de armas ofrece la bienvenida sombra de tamarugos y algarrobos. Su blanca iglesia, el cementerio y el mercado de artesanías son algunos de los lugares que no te puedes perder. Esta cultura nació hace 11.000 años con las primeras comunidades atacameñas, y continuó a pesar de la invasión inca del siglo XV y española del siglo XVI.
Otro lugar imperdible es el Pucará de Quitor: un fuerte preincaico ubicado a 3 kms de San Pedro, construido por el Pueblo Atacameño para defenderse de otros pueblos, principalmente de los Aimara, cuya data es del siglo XII. Era una ciudad defensiva de piedras que trepan un cerro a modo de fortaleza, con un muro perimetral y actualmente es monumento nacional.
GÉISERES DEL TATIO
La oscilación térmica en el desierto de Atacama es cosa seria. Con días en los que perfectamente pueden haber 40° y noches que rondan los 0°, en el mejor de los casos. Es por eso que uno se levante a las 4-5 de la mañana para estar a las dos horas después, a 4200 metros sobre el nivel del mar, bajo el frío altiplánico suena a una locura, pero que vale completamente la pena si uno tiene la fuerza de voluntad de entrar en sus geniales fuentes termales.
Del kunza “Tata-iu”, que significa “el abuelo que llora”, es el grupo más grande de géiseres del hemisferio sur y el tercero más grande del mundo, tras Yellowstone (Estados Unidos) y Reserva natural Kronotski (Rusia). Se ubica a 89 kms de San Pedro de Atacama y en los años 70 la Corfo intentó extraer energía geotérmica por lo que es posible ver algunas maquinarias antiguas cerca. Estas aguas parecen normales pero están a más de 80 grados celsius.
En los alrededores del campo geotérmico se puede apreciar la flora y fauna típica de la zona como: llareta, cactus, paja brava, tolar y bofedal. En el caso de la fauna se observan zorros culpeo, vicuñas, ñandúes, vizcachas y gaviotas andinas.
Tras la visita a los Geisers, el recorrido continúa por el Río Putana donde existe un humedal donde los auquénidos se hidratan y diversas aves anidan y por Machuca, pueblo conocido por su gastronomía de carne de llama.
TOCONAO, SALAR DE ATACAMA Y LAGUNAS ALTIPLÁNICAS.
Nuestra primera visita es el pueblo de Toconao, construido enteramente de piedra liparita. Toconao significa “Lugar de Piedras” en Kunza y es un oasis en el borde noreste del Salar de Atacama. Su campanario e iglesia de San Lucas son monumentos nacionales desde 1951.
El recorrido continúa entrando al Parque Laguna Chaxa. Un sendero de 400 metros, rodeados de flamencos, la lagartija de Fabián y artemias (esos camarones que le dan su color inconfundible a los flamencos) que son algunos de los pocos animales que sobreviven en este inhóspito lugar.
Finalmente nuestro destino es el altiplano para visitar las lagunas Miscanti y Miñiques a 4.200 metros sobre el nivel del mar, en la base de los volcanes de la cordillera de los Andes. Estas lagunas tienen recargas provenientes de la infiltración de aguas subterráneas y termales. Durante el invierno su superficie está completamente congelada.
LAGUNA CEJAR, OJOS DEL SALAR Y LAGUNA TEBINQUICHE
Laguna Cejar, está a 28 km. de San Pedro de Atacama. Esta laguna es hermosa y las aguas de color calipso no dejan indiferente a nadie. La laguna Cejar es nuestro Mar Muerto, pues debido a la alta concentración de sal que posee, se puede disfrutar flotando en sus aguas.
El recorrido continúa hacia dos lagunas redondas llamadas Los Ojos del Salar. El tour termina en la Laguna Tebinquiche, que si se visita en verano es un manto blanco de sal.
VALLES DE LA LUNA Y DE LA MUERTE
El valle de la luna es llamado así porque… bueno se parece a la luna. Es uno de los lugares más visitados de San Pedro de Atacama. Está ubicado dentro de la cordillera de la Sal, siendo un área interesante de formaciones de piedra y arena formadas por la erosion del viento e inundaciones.
En medio del Valle de la Luna, se pueden encontrar Las Tres Marías: formaciones de piedra y sal que emulan la forma de tres mujeres y están compuestas por Granito, Cuarzo y arcilla principalmente. Están ubicadas muy cerca de la carretera a unos 15 km. de San Pedro de Atacama.
Para contemplar el valle de la luna es posible subir a la gran duna desde donde se tiene una gran vista del valle y los acantilados. Otro lugar es la piedra del coyote desde donde se puede contemplar el atardecer.
El Valle de la Muerte es un área rodeada por acantilados erosionados, colinas pequeñas y dunas de arena. Algunas de ellas se elevan por sobre los 100 metros de altura.
Existen diversas compañías que ofrecen tours a los atractivos turísticos anteriormente nombrados. La mayoría se encuentran alrededor de la plaza central de San Pedro de Atacama.
El que viaja y lo comparte viaja dos veces. Y eso en tiempos de pandemia es invaluable.
Adelante estudios.