Si te gusta hacer museos, y tienes una viña, es como lógico terminar con un museo del vino. El entorno colchaguino favorece la experiencia, puesto que para llegar hay que cruzar terrenos de producción vitivinícola: cerros, parras y maravillosos paisajes.
Fue inaugurado en Octubre de 2019, a un costado del museo del automovil e invita a conocer las raíces de la historia enológica y cómo evolucionó a lo largo de los años. Posee una estructura basada en una nave de acero que durante el 1900 albergaba la maestranza del Ferrocarril Antofagasta –Bolivia.
Tal como el museo de Colchagua posee distintas salas temáticas tales como: La historia del vino mundial y chilena. El uso del vino ligado las culturas Egipcias, Griegas, Romanas y Cristianas. El cultivo de la vid, la elaboración del vino, sus aromas, la fabricación de corchos, barricas, botellas, y otros diversos artículos relacionados. Un diogenes máximo etilico.
Uno sale con la terrible sed de aquel sacrosanto lugar.
Adelante estudios.