El pasado miércoles 20 de mayo pudimos presenciar una gran exposición por parte de la Doctora Karen Moreno Fuentealba, Paleontóloga de Vertebrados y directora del Programa de Magíster en Paleontología, Instituto de Ciencias de la Tierra, Universidad Austral de Chile. Ella nos habló de la Paleoicnología: la rama de la Paleontología que estudia las huellas de los organismos del pasado al pasar por sustratos, y que pueden conservarse por miles e incluso millones de años.
Primero nos explicó que es la Palenteología, ciencia que estudia registro de la vida en las rocas desde hace 4.000 millones de años : Fósiles como estromatolitos, trilobites, amonites, dinosaurios son los mejores ejemplos de seres que modificaron la superficie terrestre. Los vestigios de la vida antigua pueden ser esqueletos, huellas, madrigueras, huevos, conchas y un largo etc. Esta historia se reconstruye a partir de un viaje en el tiempo sin agujeros negros sino palas, picotas y martillos.
Luego nos comenta que los seres vivos pueden ser entendidos a través de la matemática, (Sobre el crecimiento y la forma – Thompson, D’Arcy, 1917) en particular en la escala. Hay ecuaciones para los movimientos pendulares y se pueden asociar al largo de la pierna y con ello los cambios de escala de la naturaleza, para finalmente poder incluso calcular la velocidad a partir de las huellas de los dinosaurios. (Mc Neill Alexander, Robert 1976)
Este desarrollo tiene un paralelo en la ingeniería naval con el cálculo de la frecuencia de las olas y se puede obtener un parámetro llamado Número de Froude.
Al graficar podemos ver que todos se guían del mismo orden del número de Froude, hay una relación entre ambas variables y existe una similitud geométrica. Todo este desarrollo matemático sirve para todo ser vivo terrestre y tiene resultados insospechados pues es posible hacer análisis de movimiento humano y sus patologías (es decir, el desarrollo de la kinesiología). También de la robótica: al entender como un ser puede caminar, una máquina puede emular lo mismo. Otro resultado es el entender como un ser humano puede caminar en el espacio, pues la fórmula será la misma variando el g.
Luego nos muestra un ejemplo cercano: las huellas de dinosaurios herbívoros caminando a 3 km/h hace 150 millones de años atrás en las Termas del Flaco, cerca de San Fernando, donde las placas se levantaron tectónicamente mucho después de la fosilización de las huellas.
Existen distintos sitios a lo largo de nuestro país y otro importante es el proyecto Pilauco ubicado en el patio de una casa en Osorno, cuyos materiales están en el Museo Pleistocénico de Osorno, Chuyaca y fue inaugurado el 2017. Es en este sitio donde Leonora Salvadores encuentra una huella de Hominipes modernus, el 20 de Diciembre de 2010. Hay una segunda huella descubierta en junio de 2019 que está en estudio y que es aproximadamente 1000 años más reciente.
Se realizaron experimentos para determinar la interacción del sustrato húmedo con un pie. Con este experimento es posible explicar la forma de la huella de hace 15.600 años, donde las glaciaciones eran importantes.
Esta huella también es importante pues todos los libros nos enseñaron que el hombre proviene de Europa-Asia hacia Norteamérica a través del estrecho de Bering, hace 12.000 años, pero estos restos son de 4000 años antes, por lo que rompe con esta hipótesis de migración.
La charla está disponible en el canal de youtube de los Seminarios de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
Adelante estudios.