Dada la pandemia este año 2020 no habrá día del patrimonio, así que como el que guarda siempre tiene, tenemos fotos de hace un año: cuando visitamos la iglesia rusa de Ñuñoa y decidí contar algo de lo que vimos hace un año exacto.
La comunidad rusa en Chile comienza con la inmigración posterior a la Revolución de 1917, pero es después de la segunda Guerra Mundial cuando alcanza un máximo: alrededor de 700 inmigrantes llegaron a Chile en el año 1948. Esta comunidad conserva su cultura y religión, fundando distintos templos (Como el de la Santísima Trinidad, en Patronato y el de La Santísima Virgen de Kazan en Ñuñoa).
La colonia rusa se redujo notoriamente en el comienzo de los 1970 producto de los cambios políticos en Chile. La llegada al poder del presidente socialista Salvador Allende preocupó a los muchos y parte de la colonia emigró a otros países, afectando a ambas iglesias. Ambas iglesias se fusionaron en la Iglesia De la Santísima Trinidad y la Virgen de Kazán ubicada en Holanda 3576.
El templo posee 144 mt² edificados y su arquitectura está inspirada en motivos arquitectónicos de la zona de Pskov de los siglos XII y XVI. Los domos y cúpulas (de diseño bizantino) simbolizan el cielo.
Aparte de la cúpula, posee un Santuario (donde se sitúa el altar en la parte oriental del edificio); un Iconostasio (espacio de tres puertas, donde existe la Puerta Real que comunica con el Altar y dónde sólo pueden pasar los sacerdotes y el obispo). En la puerta están pintados los cuatro Evangelistas, la Anunciación y sobre ella La Última Cena, realizadas por un monje del Monasterio Ruso de Jordanville. Este iconostasio poseen dos filas de íconos, siendo el más importante la imagen de Cristo Pantocrátor y la Virgen de Vladimir; en el tambor de la cúpula de la Nave Central y el Transepto que forman una cruz sobre la cúpula, está inscrita en idioma eslavónico la frase “Que todo mortal guarde silencio y esté de pie con temor y temblor“, finalmente el Atrio o Endonárthex dónde se ubica el frontón del templo, está la mesa desde donde se rezan los responsos fúnebres.
Junto a la iglesia se construyó la llamada Casa Rusa, como una sede social, que posee una sala de asambleas y una biblioteca.
Cuando todo esto de la pandemia pase, iremos a visitar el cementerio ruso de Puente Alto, para complementar esta visita.
Fuentes:
Adelante estudios.