El 23 de marzo del 2000, se realizó la tradicional “guerra del puente” entre las Facultades de Ciencias Físicas y Matemáticas y de Derecho de la Universidad de Chile.
El siguiente articulo es un refrito del articulo “La toma del puente… en la mas legal” disponible en el archibaldo de Boletines SEI. Las fotos las conseguimos con un topo que prefiere mantener el anonimato y evitar los costos políticos de sus acciones. Gracias amigo.
Esta chacra comenzó hace más de cuarenta años (N.d.E: ahora hace 60) cuando río mapocho era limpio y se realizaban competencias de balsas Río abajo. Cuenta la leyenda que dado nuestro carácter eminentemente científico y avasallante (y por uno que otro problema de faldas) alguna buena gente de derecho tomó la republicana costumbre de jugar al tiro al blanco con los mechones que descendían por el Mapocho, para que así fuera Derecho quién venciera la carrera de balsas. Sin embargo, un grupo de mafiosos ingenieros partieron a sacar a los malulos (a la más tío Emilio), primero pacíficamente (y después brutalmente) del puente para los de Ingeniería lograran la añorada victoria. Con la suciedad del Mapocho se acabó la regata, pero lo shansho que se pasaba y lo heroico de la gesta anual para uno y otro lado dieron inicio a la leyenda
Para cada año se reunían un selecto grupo de personalidades en el CEI para ver todos los aspectos de la Toma del Puente. En esa reunión se planificó todo: la Parte técnica (Compra de municiones y fuentes de financiamiento), la parte táctica (Tirarse cual Kamikaze directo al puente toda la manga de weones), la artillería Pesada (Si hacíamos un Caballo de Troya, Catapultas o similares) y defensa y resguardo por si ganábamos o perdíamos. Tomamos el acuerdo con Derecho y definimos la hora y los permisos con intendencia y carabineros y luego de ellos sólo restaba esperar el gran día.
Ese dia jueves ya repuestos del paseo a Cartagua, desde temprano comenzó el movimiento en el frontis del CEI y vimos unos Highlanders a cargo de pintar unos escudos de guerra, actividad a la que se sumó más y más gente con el paso de las horas. Tipín 12:00 ya había una cantidad de weones suficientemente grande como para partir, sin embargo los permisos solicitados decían desde 13:30. Como a las 12:40 no aguantamos más y peregrinamos rumbo al metro.
Recibimos la bendición de la Virgen de Mecánica (a la que ahora los millennials llaman sin cariño ni respeto “la mona”) y enfilamos hacia el Parque O’Higgins. No llevábamos ni 3 minutos caminando cuando llegaron algunos pacos urgidos porque les habían dicho que mil universitarios iban cometiendo desórdenes. Llegando al metro cachamos lo peor: el metro estaba cerrando las puertas y ante ello no quedó otra que correr desesperadamente y allí pasaron y pasaron mechones, remechones, viejones, egresados, maestros y estudiantes, haciendo vibrar entero el metro.
Una vez adentro del metro comenzó el largo y tortuoso camino a Derecho, en donde se llenaron más de tres tristes trenes que trinaron de manera espectacular cuando la masa de weones realizaron ensayos de movimiento armónico simple (Oscilaciones), de impacto por celebraciones (cantando cumpleaños feliz) o por ensayos químicos (por el fuerte olor de algunos)
Nuestra alma letal eran mil melones que debían ser transportados a Pio nono y dejados allí justo cuando llegásemos al lugar para iniciar el asalto de manera frontal. Pero un oscuro personaje llegó a nosotros y ordenó el desalojo y posterior apilamiento de los melones sobre la acera de Pio Nono, dejando la custodia de ellos a no más de 5 perejiles que estaban a no más de 20 metros de la línea de fuego, hecho que redundó en el asalto y posterior pérdida de nuestra más preciada arma.
La toma en sí duró menos que un candy. Derecho tenía alambres en los accesos laterales del Puente y Cuerdas en el puente mismo por lo que unos comandos cortaron dichos obstáculos y pasamos de una, quedando algunos con la media vena y otros super limpiecitos. Pero no todo fue de color de rosa pues luego de eso muchos querían ir a conocer la escuela de derecho y ahí fue cuando empezó a quedar…
LA MANSACA
Los primeros que llegaron a la reja de derecho hicieron lo mismo del año anterior (cerrar las puertas y de ahí virar plácidamente) pero no contábamos con una horda de locos que empezaron a empujar, y empujar y empujar hasta que el asunto cedió y se metieron más de 300 personas al frontis de derecho, que se cuestionaron sobre lo desgastados que estaban los vidrios y comenzaron las gestiones para su remodelación. Festín de vidrios quebrados, lesionados, el corte del decano de derecho (que algunos confundieron con el Cóndor Rojas). Cuando no quedaban ya vidrios que romper, apareció un grupo de abogados por Av. Santa Maria y los ataques se concentraron desigualmente por ese costado. Pero todo pasó y nos volvimos a la Escuela, contentos pero sin cachar lo que de allí iba a pasar.
No habíamos terminado de limpiarnos cuando apareció el Decano con el Profe Fierro (el SAE de la época) listos para llevarse a los presidentes del CEI, CEPC y CEIMEC derecho a una reunión (mire Guruguru…) con el rector, los decanos y el presidente de la FECH. La cantidad de bajas (heridos y contusos), además de la magnitud de los destrozos, selló la suerte de esta actividad interfacultades: fue la última que permitió la Universidad… hasta ahora (?!).
Adelante estudios.