Mi visión de la vida no es consistente con las creencias religiosas. Como un hombre de ciencia, pienso que si Dios existe es el mismo conocimiento que logramos ver con mucha dificultad al pararnos en hombros de gigantes como sociedad.
Dicho esto, encuentro hermosas las iglesias. Claramente son menos imponentes ahora que cualquier edificio tiene 25 pisos y el doble de altura que la mayoría, pero aún así sus contrastes, sus vitrales y su arquitectura es algo hermoso incluso para el ojo no entrenado. A continuación mostraré algunas imágenes de la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicada en Blanco Encalada 2950.
A pesar que los planos llegaron de Francia en 1905, distintos retrasos debidos al terremoto de 1906, la crisis económica del salitre y la primera guerra mundial, la construcción de esta iglesia se termina recién en 1919. En ese mismo año se realiza la primera misa, (conmemorando 100 años este 2019). El 14 de enero de 1926 se otorga el título de Basílica Menor transformándose en la primera Basílica en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el mundo.
Sus planos y el órgano llegaron desde Francia, sus vitrales y puertas desde Bélgica y las piedras monolíticas provienen de San Juan del Peral, en el Cajón del Maipo. Posee hermosos confesionarios hechos con roble americano y torres esbeltas de 55 y 65 metros de altura. Puede acoger a tres mil personas y es un ícono inconfundible del barrio.
Durante los últimos años estuvo cerrada por el terremoto del 2010, y a pesar que aún luce como si hubiera sido bombardeada, ya se puede visitar.
Adelante estudios.