Siempre vuelvo a pensar en el Maracanazo. Siempre hay algo que me hace pensar en una nueva arista de aquel punto de verdadera inflexión en la historia de dos pueblos, más allá del fútbol y de las emociones.
Esta vez, me hizo pensar en el peso que significó aquella frustración en el pueblo brasileño durante los años venideros. Este corto, protagonizado por el mítico “Rey del Ganado” Antonio Fagundes, refleja bien cómo se clavó la espina en un país boyante que estaba al borde de tocar el cielo, rasguñándolo… y que cayó, de nocaut, nuevamente en el abismo, un abismo psicológico de frustración no abandonó la conciencia de los brasileños a pesar de tocar el cielo tantas veces, en tantos escenarios.
Que hoy, a las puertas de una nueva oportunidad dada por el destino (y la FIFA), parece revivir.
Fue sin duda alguna, al menos para el corazón de los brasileños, el comienzo del fin de ese Brasil brillante y próspero de los 40′; los dolores de la economía y las botas militares pronto se encargarían del resto.
PD. Si el mismo Pelé dice que no quiere que sus hijos pasen por lo que él pasó, eso ya nos revela algo. Quizá la resistencia a hacer el Mundial, pase más que por los costos en estadios y obras públicas, por el no querer pasar nuevamente por el mismo dolor, en el contexto en el que Brasil pareciera nuevamente estar recuperando la confianza en sí mismo.
Vaya contraste.
Adelante estudios.