POSADAS
“Dejando atrás tierras paraguayas nos internamos en las ruinas de la utopía jesuita”
Movilizarse entre Encarnación y Posadas cuesta seis mil guaraníes (es decir, 600 pesos) lo que puede dar una idea de lo cercano y casi la misma ciudad que son ambas que solo son separadas por un puente.
Tras pasar por la aduana, nos fuimos a San Ignacio por 14 pesos argentinos (aproximadamente, luca y media).
SAN IGNACIO
Llegando a San Ignacio es posible arrendar bicicletas, a 40 pesos argentinos, lo que permite revisar las dos atracciones turísticas del lugar: la misión de San Ignacio Miní y la casa de Horacio Quiroga. La misión es un patrimonio de la humanidad y fue fundada en 1610 al sur de Brasil, pero en 1696 se trasladó a donde se encuentra actualmente debido a los constantes ataques de bandeirantes, (descendientes de portugueses, en su mayoría mezclados con indígenas que eran como piratas terrestres que atacaban a los guaraníes). Las misiones eran unidades política y económicamente independientes, estaban bien comunicadas entre sí y conformaban un sistema social integrado.
Existe una variada fauna en los alrededores de las ruinas. Lagartos, aves y mariposas nos acompañan al recorrer el patrimonio. Tras salir de la misión, visitamos la casa de Horacio Quiroga, donde existe un museo algo escalofriante si has leído sus cuentos (en particular, Cuentos de la Selva y Cuentos de Amor de Locura y Muerte). La vida de Quiroga es una tragedia: llena de accidentes (como haber matado a su mejor amigo) y suicidios, culmina cuando bebió un vaso de cianuro al enterarse que tenía cáncer. La casa de Quiroga es una reconstrucción pues la original, fue destruida por aborígenes.
Notas: A la entrada del pueblo hay un caballero que tiene un restaurante, el que sirve unos espectaculares tallarines caseros. Es uno donde él dueño tiene muchas fotos con mucha gente. Valen la pena después de tanto pedaleo. Tras San Ignacio nos dirigimos a Puerto Iguazú, ciudad hermana de Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay)
PUERTO IGUAZÚ
Puerto Iguazú es, junto con Ciudad del Este y Foz de Iguazú, las ciudades que demarcan el hito tripartito entre Argentina, Paraguay y Brasil, donde el rio Iguazú desemboca en el Paraná.
Como en toda Argentina es posible probar geniales pastas, milanesas y carnes. El Che Lagarto tiene piezas compartidas a 54 pesos la noche (12 dolares) por persona. Las cataratas de Iguazú, que están como a 20 kilómetros, Se paga 40 pesos para llegar desde el centro en un transfer. Los chilenos pagan 100 pesos para entrar al parque a pesar que los países miembros del MercoSur pagan menos, Chile no es MercoSur en las cataratas. Dentro se pueden ver muchos animales: arañas, aves, mariposas, coatíes, monos, carpas, etc.
Totalizando 67.000 hectáreas. Iguazú es uno de los primeros parques nacionales creado en Argentina y su objetivo es conservar las magníficas Cataratas del Río de Iguazú y la exuberante fauna y flora que las rodea. La Garganta del Diablo es sin dudas el más espectacular de todos los saltos, con sus 80 metros de altura, pero existen otros saltos: Dos Hermanas, Bozetti, San Martín, Adán y Eva, Tres Mosqueteros y Rivadavia que se pueden ver en dos rutas: la inferior y la superior.
Tras visitar las cataratas de Iguazú, nuestro viaje continuó por Brasil, Uruguay y nuevamente entramos a Argentina por el Río de la Plata.
BUENOS AIRES
Nuestro viaje termina al entrar a Buenos Aires desde Colonia, la ciudad amurallada en Uruguay, cruzando el río de la Plata en el buquebus, con una tropical tormenta con rayos. Buenos Aires es gigante, nos quedamos en el Hostel Suites por 70 pesos la noche, en la calle Florida al centro, algo parecido al paseo Huérfanos de Santiago. Al estar en el centro pudimos ir a ver el Obelisco, la Casa Rosada, la Plaza de Mayo y dimos una vuelta por Av. Corrientes. En la noche fuimos a Puerto Madero.
Nos quedamos 4 días en Buenos Aires, lo suficiente para conocer lo más típico: El colorido barrio La Boca (donde está Caminito, la Bombonera y los mejores choripanes), la zona del Tigre (donde se toma un tren muy barato al norte de la provincia y se puede conocer los ríos Tigre y Lujan en un paseo en Lancha por 40 pesos) y San Telmo. También fuimos al 11, barrio estilo patronato donde se pueden encontrar las mismas poleras que en todo Buenos Aires, pero a un tercio del precio.
Finalmente, uno no puede irse de Buenos Aires sin probar un buen bife de chorizo y una milanesa.
Adelante estudios.
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