“Para demostrar lo ejemplar y eficaz de control de la población por parte de la Junta Militar el comando de telecomunicaciones invitó a los medios de comunicación nacionales y extranjeros a registrar los allanamientos de los departamentos, las detenciones, la quema y destrucción de libros en torno a las Torres de San Borja. Desde los puntos de prensa que se habían previamente acordado, los soldados desplegaron ante las cámaras una coreografía del horror que sólo días después advirtieron que no resultaba conveniente, pero ya era tarde: las imágenes de la barbarie circularon por el mundo.”
Adelante estudios.