Por alguna razón extraña nos íbamos a juntar en la casa de facho, así que tuvimos que subir más que la mierda, bajarnos en el terminal de la micro y que el weón nos fuera a buscar como 20 cuadras más abajo que su casa (ie, el weón no puede vivir más arriba y lejos de la civilización, con decirte que vimos dos torcazas culeando, un caballo y un conejo). Tras esa odisea digna de escritor griego, llegamos a dicha cas… mansión donde nos dispusimos a trabajar pa’ que este boletín saliera la semana pasada. En eso estábamos, cuando este weón me dice: “oye weón, esta wea te va a sonar raro, pero ¿querís ir a viña?” a lo que yo conteste: “yapo’, la raja, ¿cuándo?” y el brea me dice: “ahora”. Le respondo que “yapo” que como la semana que seguía era la alcoholimpica no había problema.
Adelante estudios.